Cuando empiezas a opositar te acostumbras a decir lo de "Hoy me toca cantar", "he tenido un mal cante" y demás, pese a la cara rara que pone la gente. Probablemente por eso desarrollemos un gran oido, pero no dirigido al ámbito musical, sino un oído que te permite escuchar al segundero de los relojes, al ascensor, al bebé del vecino, las obras de la calle de al lado, al jardinero del parque de enfrente...
Yo no tengo un patio de colegio cerca, pero aunque mi opozulo dá a un patio interior, el fin de semana si oigo a un músico callejero tocando el saxofón. Y creedme, el jazz un rato es divertido, pero lo poco agrada y lo mucho enfada.¡Si hasta he quitado los relojes no digitales de mi habitación! De momento no estudio con tapones en los oidos, salvo momento puntuales, pero la locura va en aumento, jeje También es cierto que durante el instituto siempre estudié con música, al pasar a la universidad, sin proponermelo, pasé a estudiar sin, y así sigo.
¿Habeis notado algo parecido?
Frase del día: No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.
Baltasar Gracián
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