Opositar solo o en compañia

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Una de las razones que me llevo a elegir preparar en una academia es la presencia de compañeros. Si bien es posible encontrarte con más gente en caso de preparadores personales, no es tan habitual. Desde el principio me he sentido totalmente arropada: los compañeros veteranos siempre nos han ayudado con consejos sobre el contenido, la organización o aspectos varios, y siempre he podido compartir mis miedos y temores al ir avanzando con los compañeros que empezaron al mismo tiempo. Asímismo yo tambien he tratado de ayudar a los que comenzaron más tarde. La propia academia organiza una cena a fin de curso para unir fuerzas y darnos ánimo entre todos.

Tengo una amiga que tiene una regla: no hablar de nada que tenga que ver con la oposición durante el tiempo libre. Yo no soy tan estricta, si bien se agradece poder hablar de otras cosas con los amigos. No suele haber muchas cosas nuevas interesantes y nuevas que contar así que hay que confiar en la buena compañia, Muchos resaltan la importancia de sentirse entendidos por gente que ha vivido lo mismo que tu, sin embargo tampoco debe ser la única opción.

La gente me pregunta si no deberían ser mis rivales, y yo siempre les contesto que hasta el día en que veamos nuestros nombres es una lista acompañados por una nota y tengamos que repartirnos las plazas, serán mis compañeros. El número de opositores por plaza es cada vez mayor (si bien no es de los más altos), pero nunca podré olvidar esas charlas superficiales esperando al preparador, las comidas juntos el día que hay práctica, ni los grupos de whatsapp de consulta 24 horas. 

Gracias a todos mis compis porque sin vosotros sería imposible!

Frase del día: A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.